Liberales y Estado

está de moda el liberalismo, y hay razones para ello.

De tanto en cuanto aparecen ciudadanos que piensan que vivirían mejor sin ciudad, sin leyes, sin estado, sin hacienda pública. ¿Acaso no se dan cuenta de que juntos hacemos más fuerza, de que nadie puede pagar una carretera, un hospital, un ejército, por sí mismo? sí, se dan cuenta, pero consideran que no necesitan un estado que les provea de todas esas cosas.

Los liberales sostienen que cada palo ha de aguantar su vela. Si puedes pagar un servicio, ya habrá una empresa privada que lo comercialice y te lo venda. Si no lo puedes pagar, date una vuelta y mira al cielo. No todos somos iguales, ni debemos serlo.

Su punto de vista no es absurdo. Simplemente es profundamente insolidario. Los liberales suelen ser gente más o menos joven, con medios, estudios, dinero y que viven mayoritariamente en países desarrollados. Entienden la redistribución de la riqueza como un lastre, y como tal abominan de los servicios públicos.

¿Hay manera de convencerles de que organizarnos en un estado no es mala idea? Sí, pero a la vez el estado deberá administrar el dinero de los impuestos con tal eficiencia que todos percibamos un beneficio en la administración común de los recursos. De otra manera, la mala administración o la simple corrupción sólo animaran a los ciudadanos más ricos a apartarse del sistema y olvidarse de los problemas del resto.


Cataluña

Opina tanta gente sobre este tema que he caído víctima de la tentación de dejar por escrito parte de mis reflexiones sobre la cuestión catalana. Trataré de no entrar en divagaciones y pasar a la verdadera discusión. ¿Se van o no?

¿Derechos históricos? gracias a la polémica sobre la independencia de Cataluña y a lo desmesurado del debate tenemos la suerte (y sufrimos el tedio) de tener a nuestra disposición más datos sobre lo ocurrido en 1714 que en ningún otro año de la historia de España. No perderé el tiempo en ellos una vez que las guerras europeas de los siglos XIX y XX dejaron claro que el "statu quo" ha de ser respetado so pena de emprender una nueva aventura bélica.

¿Trascendencia patriótica? absurdo, toda vez que si hoy viajo a Cataluña y mis hijos nacen allí ya no serán castellanos sino catalanes, al igual que mis nietos serán búlgaros si allí nacen y crecen. No hay RH que valga si se pace en en tierra distinta a la de nuestros antepasados.

¿Derechos económicos? la soberanía del estado reside en su pueblo, en el caso de España el pueblo son cuarenta y tantos millones de habitantes, algunos de los cuales residen en Cataluña. La Constitución, la ley de mayor rango, dice que todos los ciudadanos españoles deben contribuir económicamente al sustento del conjunto del estado. El gobierno distribuirá esa riqueza de forma que todos salgamos ganando. Aquí está la madre del cordero y uno de los puntos más débiles del "centralismo": los catalanes consideran que el gobierno de Madrid es incapaz de gastar ese dinero de todos con eficacia. Bien, los gaditanos, cántabros y palentinos están de acuerdo. Temo que el resto de españoles también.

¿Es España un lastre económico para Cataluña? esa región tiene una base económica más robusta que otras regiones españolas, pero no creo que sea suficiente para querer ser independiente. De hecho si ese es el principal argumento me parecería repugnante. ¿Acaso mañana desterrarán de Cataluña a todos los pueblos que no mantengan un nivel de producción adecuado al ideal de industriosa catalanidad?

¿Futuro político y social? Es muy interesante un argumento que he encontrado en los escritos de algunos intelectuales catalanes como Xavier Sala y que comparten algunos de mis conocidos que residen en Cataluña. Todas estas personas descartan basar su preferencia por la independencia en los tres puntos anteriores, y se deciden por un cuarto argumento: "sólo fuera de España seremos capaces de cambiar las cosas". ¿Qué quieren decir? pues quieren decir que han tirado la toalla respecto a que alguno de los grandes partidos que tan amistosamente se turnan en el poder pueda hacer evolucionar la sociedad española, y creen, en un ejercicio de fe más religioso que político, que del pueblo catalán independiente emanarán unos gobernantes más justos y con ellos emergerá una sociedad "mejor".
Lamentablemente, y no por cinismo sino por pragmatismo, soy escéptico sobre la posibilidad de que de una clase política (la catalana) tan podrida como la del resto de la península emerja algo puro y sin mácula.

No conozco más argumentos para la independencia. Y lo qué nos deparará el futuro es labor de clarividentes. No sé que pasaría si se produce la independencia y dentro de diez años las encuestas piden que haya reunificación. Desde luego no espero que los defensores de la autodeterminación sean tan entusiastas entonces.

Mi opinión: creo que el siglo XXI será el siglo de los grandes bloques económicos. Andalucía, Cataluña, Lombardía, el Perigord, tendrán que integrarse fuertemente en Europa si queremos competir con los gigantes asiáticos y americanos. La globalización seguirá avanzando y probablemente ello nos arrebatará parte de nuestro acervo cultural, incluyendo a veces nuestro idioma. La fragmentación en unidades administrativas más pequeñas será poco competitiva y nociva por tanto para los habitantes de las regiones que opten por la singularidad a cualquier precio.